Glosario (S-Z)

Me he tomado la licencia de reunir unos cuantos términos que se usan a menudo, que no me parece que esté de mas conocer, y por eso están aquí expuestos. Ya que algunos de los lectores del blog se pasean por otros sitios pertenecientes a la industria seduccionera, voy a rescatar los términos menos conflictivos de su jerga (heredados a su vez de otras jergas).

Este es el glosario de la S a la Z.


– Sets/Grupos: Se alude así a las diversas agrupaciones de personas, mixtas o no, que se pueden dar en un lugar y momento determinado, y en concreto a aquellos que uno mismo usualmente se introduce para iniciar una interacción. Se dan grupos de dos, tres o mas personas, según quien haga el acercamiento y con cuantas personas quiera o pueda contar, aunque se dan casos de personas que abordan grupos grandes, de entre veinte personas o mas y mixtos, sin contar con alas o acompañantes. Hay quien cuenta a una sola persona como un set, pero lo más correcto sería aludirla como objetivo a secas.

– Sensualidad:
Cualidad, actitud y capacidad altamente emocional para interpretar estímulos y disfrutar de ellos, del mismo modo que ser capaz de transmitir dichos estímulos de una manera apropiada, atractiva y agradable de cara al resto.

– Sexualidad:
Similar a la sensualidad pero en un aspecto mas puramente instintivo y sexual, en concreto se puede aludir con ello a los gustos, preferencias, habilidades y esa clase de cosas que una persona puede mostrar en el juego de cama.

– Solamiguear/soloamiguear:
Dícese del hecho de soltarle a una persona con más o menos palabras, gestos, actos o intenciones el concepto de «vamos a ser amigos/sólo me interesas como amigo». Un rechazo parcial, típico de gente como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer al amo. Mauricio Garcés decía mucho «o me quedo y me tienes, o me marcho y me pierdes», y es una cosa muy acertada para tener en cuenta. Está claro que no se puede ligar con todo el mundo, no hay persona que logre eso… Pero esta frase se aplica muy bien en según que casos, que dejo interpretar a gusto del consumidor.

– Tensión sexual:
Usualmente un hecho que acontece entre personas que sienten deseo mutuo, atracción y gustarían de un contacto más íntimo entre ambos, y también usualmente no resuelta, por algún factor relativo a cualquiera de ellos, bien sea que uno no toma la iniciativa, otro no quiere o no puede tomarla y quiere esperar a ver que hace el otro o ir a asegurar… O incluso algo provocado por el hecho de llegar al punto de ofrecer algo, insinuarlo, dejarlo al alcance… Pero justo donde no llegas a por ello. Abusar de la tensión sexual a veces hace más en contra de lo que hace a favor del juego.

– Tonteo inteligente:
Una forma de jugar en la cual ambas personas están implicadas, lo saben, lo tienen claro y se buscan a cuchillo, pero realmente ni siquiera tiene por qué parecerlo a simple vista, y se dan alas el uno al otro, motivándose a ir más lejos y más profundamente, hasta acabar directamente en la cama… O donde pille. A veces incluso, sin necesidad de llegar a cerrar en el momento, se continúa dicho tonteo hasta un segundo encuentro más factible para esas cosas.

– Validación:
Generalmente relativo al reconocimiento, respeto, admiración o aceptación de otra persona, de sus atributos o cualidades, que produce un cierto bienestar psicológico. De otra forma, dicha validación también trabaja para la autoestima de la persona y su ego, y por ello la negación de la validación es efectiva para bajar los humos a las personas. Aunque, una vez más, es un tema delicado.

– Variedad:
Comprendemos esto como la gama de sensaciones, emociones y experiencias que una persona puede aportar a otra en todos los ámbitos y aspectos, y como ello puede influir en su realidad. En cuanto a esto, también es uno de los Cuatro Disparadores Mentales. Como dice el refrán, en la variedad está el gusto.

«No hay placer que dure si no es reanimado por la variedad.» Publio Siro

– Zona de confort: Se nombra así a un concepto que refleja como «zona» esos límites que una persona se autoimpone, puesto que dentro de ellos se encuentra cómodo, y que generalmente le impiden hacer cosas que desearía hacer.

Para mí, antes incluso de que se empezase a popularizar su primera y su segunda concepción; la zona de confort no había que romperla, sino expandirla. ¿Quién coño puede negarse a estar a gusto consigo mismo y sentirse capaz de todo mientras hace cualquier cosa? Nadie que yo conozca.


Hasta aquí el último rescate de términos que tiene mucho de canalla y de tocapelotas.

Muchas de las ideas aquí expuestas las he trasladado 1:1, en copia idéntica de opiniones y planteamientos frecuentes. Después, he comentado algo al respecto.

Se acabó por esta vez.

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