En defensa de la Masturbación

Para empezar… Si eres de moral fácilmente ofendible, demasiado sensible para tolerar los temas de índole sexual o bien cualquier cosa de ese tipo… LARGO DE AQUÍ. O bien, al menos por hoy. Este escrito pretende servir de referencia y reflexión para aquellos que aún todavía condenan la masturbación por el motivo que sea.

Es sano y saludable tener una vida sexual plena, con prácticas coitales y masturbatorias. Si no te gusta, vete a vivir al monte o no lo hagas; pero no intentes condenarlo de cara a los demás e imponer tus ideas represoras a la sociedad. Sumemos más argumentos a este hilo.

Para empezar, tengo como argumento de la acusación escritos de este tipo, que parecen sacados de Intereconomia o incluso de la web personal del Papa.

¿Su finalidad? Imponer la idea de que es algo inmoral, perjudicial para la salud y pecaminoso. Que todo el mundo piense que es algo condenable que merece ser reprochado, y que sus practicantes merecen el desprecio y el oprobio.

¿En qué siglo viven, señoras y señores?

Puedo afirmar perfectamente, sin temor a equivocarme y con múltiples evidencias que cada día crecen más; que no solo no es algo tan perjudicial, sino que en realidad aporta incluso beneficios que en vuestro acto de hipocresía negáis y ocultáis.

Tanto la masturbación, como el sexo frecuente; ayudan al cuerpo y la mente a liberar los grandes niveles de estrés a los que se ven sometidos, y mediante el placer y el ejercicio físico aportan además beneficios a nuestros estados de salud físicos y mentales. Incluso hay quien ve crecer sus niveles de energía debido a la práctica frecuente de estos actos.

Sería realmente comprensible que lo que intentasen condenar son las prácticas más arriesgadas para la salud y la vida del sujeto. Pero en realidad, intentan hacernos a la idea de que todo contacto sexual opera de este modo, que nos harán daño.

Os dejo verlo con citas:

La medicina moderna reconoce que la masturbación no produce daños significativos a corto o largo plazo, y la considera una práctica normal, incluso antiestresante.

A lo largo de la historia, sin embargo, siempre hubo voces que afirmaron que la masturbación era un acto inmoral. La base de tal criterio residiría según esas voces en que la masturbación impediría que la especie humana se mantuviera viva sobre el planeta por la emisión improductiva de semen en el caso de la masculina. Y en el caso de la masturbación femenina se afirmaba que si las mujeres se masturbaban podrían alejarse de los hombres por preferir autocomplacerse.

No fue hasta el siglo XVIII que al supuesto «daño moral» que ocasionaría la masturbación se añadió el «daño físico»: comenzó a decirse que la masturbación, además de condenar las almas, ocasionaba un sinnúmero de enfermedades. Se idearon muchos métodos para descubrir a los niños y niñas masturbadores, y se crearon numerosos remedios contra la masturbación. Algunos de ellos incluían: circuncisión sin anestesia, guantes ásperos, aparatos especiales que impedían acceder a los genitales, descargas eléctricas, tratar los genitales con ortigas, o extirparlos quirúrgicamente.

En décadas posteriores, el terrorismo psicológico reemplazó a las otras medidas. Por ejemplo, se decía a los niños que si se masturbaban les crecerían pelos en las manos, la cara se le volvería verde, se les secaría el pene o el clítoris, se volverían locos, les saldrían granos en la cara… En los EE. UU. y otros países angloparlantes, se comenzó a practicar de forma rutinaria la circuncisión neonatal debido a un supuesto efecto preventivo contra la masturbación y la clitoridectomía a las chicas que eran descubiertas haciéndolo. Esta última se abandonó bien entrados los años treinta, pero la circuncisión neonatal de los varones se sigue practicando.

Sabéis… Yo me masturbo con frecuencia. También mantengo relaciones sexuales con frecuencia. Me encanta el sexo y la masturbación. De hecho, a veces me sorprendo a mi mismo visionando material erótico y pornográfico sin propósito de masturbarme, sino simplemente por disfrutarlo de otra forma.

He llegado al hecho de masturbarme antes, durante y después del coito. Y ello no ha disminuido mis niveles de energía, ni me ha producido ninguna clase de malestar. Más al contrario, salí del dormitorio como si fuera otra persona. No hay NADA como la satisfacción de un encuentro sexual plenamente placentero.

Hay demasiados prejuicios en la cultura popular acerca de este hecho. Voy a usar para dar ejemplo de ello las referencias de la obra del psicólogo Jesús Ramos Brieva; Un encuentro con el placer. La masturbación femenina (Espasa-Calpe, 2002):

Los hombres se masturban más

Suele afirmarse que los hombres se masturban con una frecuencia semanal que es el doble de veces la de las mujeres. Pero existen investigaciones que demuestran que los hombres mienten sistemáticamente en las encuestas sexuales exagerando la frecuencia con la que acuden al autoerotismo, mientras que las mujeres mienten en sentido contrario, minimizando la frecuencia (es típica la respuesta femenina de hacerlo una vez al mes). Si corregimos las afirmaciones de unos y otros, como han realizado algunas investigaciones serias, los datos tienden a converger: así, hombres y mujeres se masturban con una frecuencia similar.

Los hombres comienzan a masturbarse antes que las mujeres

Según los estudios recopilados por Ramos Brieva, tampoco es cierto que los hombres se inicien en la masturbación antes que las mujeres por tener un órgano sexual tan «evidente» y que tienen que tocarse a diario por razones fisiológicas e higiénicas.

Está demostrado que hay más mujeres que hombres que se inician en la masturbación antes de los 10 años de edad. Lo hacen así entre el 20% y el 42% de las mujeres, al menos, y entre el 3% y el 13% de los hombres. También hay un 42% a 52% de mujeres que comienzan a hacerlo, como los hombres, durante la adolescencia. Por eso, las mujeres aprenden a masturbarse espontáneamente con mayor frecuencia que los hombres (lo hacen siendo más niñas y sin haber hablado con nadie del tema), quienes suelen iniciarse más tarde, tras hablar con sus compañeros o leer sobre el tema (mujeres: entre el 57% y el 62%; hombres: 28%)

Las personas dejan de masturbarse cuando inician relaciones sexuales

Según los estudios citados en la obra, los hombres y las mujeres continúan masturbándose después de establecer relaciones de pareja. Incluso aunque tales relaciones sean satisfactorias, el 75% de los varones y el 75% al 91% de las señoras emparejados continúan haciéndolo.

Se ha observado que mientras la frecuencia con la que los hombres emparejados acuden a la masturbación disminuye desde el momento que comienzan a tener relaciones sexuales y sigue descendiendo con el paso del tiempo, en las mujeres la frecuencia se mantiene igual o aumenta en la mayoría de los casos, sobre todo entre las que son más jóvenes. Esta idea contradice, igualmente, al tópico.

Quienes se masturban se aislan socialmente

El psiquiatra Jesús Ramos niega este supuesto, concluyendo que la masturbación no produce aislamiento, habiéndose comprobado que la mayoría de los seres humanos se masturban y tienen relaciones sexuales con normalidad.

Otras fuentes explican que en las personas aisladas que no saben relacionarse con los demás se desarrolla la masturbación como forma de satisfacción sexual al no tener la oportunidad de desarrollar la actividad sexual que apetece compartir con otras personas, al no ser capaces de relacionarse con esas personas.

Bueno, damas y caballeros… Damos y caballeras. Como ya he dicho alguna vez… Cometan excesos y depravaciones, mueran en medio del éxtasis y lleguen a las puertas del cielo clamando con el orgasmo recorriendo sus venas, y una vez estén allí…

Recuerden que yo me preguntaba si en tal acto, les dejarían pasar.

Kheldar

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5 comentarios

  1. masturbarse es hacerse el amor a uno mismo,porq es uno kien se ama… yo lo empece a hacer a los 17 años, y aun no he parado ni un dia… es muy rico!!!

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