| |

Acercarse a mujeres y simplemente conocerlas

Hola compañeros de superación, hoy les he traducido un texto interesantísimo del ya conocido Robert Judge. Esta vez su objetivo es refutar la extendida creencia de que lo que engancha a una chica es la primera frase que le diriges, en detrimento de tu actitud o de tu personalidad identitaria. Lo que sigue es de esos artículos que hay que interiorizar y hacerlos acción hasta mecanizar naturalmente los puntos directrices que subraya. Sin más introducciones, disfrutad de este estímulo verbal. Luigi.


Cómo conocer chicas en cualquier sitio

Pregunta de un lector

¡Rob! ¡Te adoro y te odio!

Estoy leyendo todos tus artículos y pienso “bien, lo entiendo”… cómo acercarse y atraer mujeres… pero ¡todavía no puedo acercarme!

Cada vez que veo una chica guapa (y veo dos o tres cada día en mi camino al trabajo) ¡no puedo abrir mi boca cerca de ellas! ¿Qué hago o digo? ¡Ayuda!

Respuesta de Rob

¡Hey tío!, entiendo totalmente por dónde vas.

De hecho, esto me recuerda uno de los más tristes hechos en la historia de los hombres: un chico soltero se fija en una chica que le gustaría conocer; pero no hace nada, fin.

Durante el tiempo que has tardado en leer esto, esta historia se habrá repetido miles de veces a lo largo del mundo. La mayoría de los chicos jamás se han dado cuenta de que podría existir un final alternativo tan pronto como ellos  se atrevan a acercarse a una atractiva extraña.

En cambio, la gran mayoría de la población masculina “juega sobre seguro”, yendo únicamente a por las chicas que han conocido a través de sus amigos, su círculo social, o por una extraña circunstancia.

Estos chicos tienen sus quebradizos egos resguardados, y como tales, sólo van a por las oportunidades a corto plazo que saben pueden aprovechar.

La mayoría de los hombres prefieren vivir en una mediocridad garantizada que exponerse a la merced del éxito.

Ese es mi abridor para un artículo sobre abridores.

Durante mucho tiempo, los hombres se han estado fijando en “lo que decir” durante el inicio de una interacción con una atractiva extraña. Han sido escritos libros enteros sobre el asunto, dando a los hombres palabra por palabra todo sobre “lo que decir”.

El moderno mito de la todopoderosa palabra que atrae es evidencia de que tal creencia aún existe. La verdad, sin embargo, es que el abridor tiene poco que ver con “lo que decir”, y tiene todo que ver con quién tú eres.

Quién eres tú no tiene nada que ver con tu estatus social, o tu declaración de la renta, o con tus detalles biográficos. Por el contrario, tu identidad descansa exclusivamente en el orgullo que tú le pongas al hecho de no querer ser otro chico que acepta pasivamente una vida sin estímulos.

El simple hecho de acercarte a atractivas mujeres – sea cual sea el resultado – te define como un hombre de valor. Los hombres que normalmente se acercan a mujeres desconocidas son más temerosos de terminar siendo mediocres que el hecho de estar hablando con ellas.

Lee esto otra vez: Los hombres que habitualmente se aproximan a chicas ajenas tienen más miedo de resultar simplones que el hecho de estar hablando con ellas.

Acepta este principio y ya habrás abierto. Puede que no hayas conocido a la chica, o la situación, o el momento, pero vivir para este principio significa que “has abierto”.

Esto es porque cuando ves a la chica, en la situación, en el momento, sabrás que acercarte a ella está implícito. Puede que haya una ráfaga de ansiedad, pero recuerda que no habrá ninguna vacilación o zozobra en las decisiones poco estimulantes y “sobre seguro”. Sabes que un pie dará un paso automáticamente hacia delante, y dibujarás tu camino hacia ella.

Era un muchacho cuando una vez pensé que acercarse en frío a extrañas atractivas era imposible – una leyenda urbana – así que comprendo cómo funciona tu mente. Sé que “abrir” parece ese momento en el que las palabras brotan de tu boca, cuando pronuncias el apropiado “abridor”: la entrega de una palabra que enganche.

Pero tal creencia no es diferente de la infantil historia de que los niños recién nacidos vienen de una cigüeña. Para los pequeños inocentes e ingenuos esto parece totalmente creíble.

¿Por qué un niño jamás se cuestiona realmente de dónde viene? Es más, ¿cómo conceptualizarían las escenas “detrás de las cámaras” que crean a los bebés?

Los adultos, sin embargo, saben que es algo más que eso. Somos conscientes del acto humano que se requiere para “hacer” niños. De la misma forma, transformarse en un hombre consiste en despojarse de esta idea de que el “abrir” comienza cuando tu boca se abre. Tal pensamiento es ingenuo. El “abridor” comienza unos párrafos más arriba, cuando te informé de los puntos esenciales.

Tu identidad pende de un hilo cada vez que se te presenta una oportunidad para acercarte a una atractiva chica desconocida.

Tu decisión establece tu identidad más que cualquier trabajo, declaración bancaria, o título académico.

Todas estas etiquetas y adornos pueden ser expulsados de ti en un instante; a pesar de que tu coraje es intrínsecamente una parte de ti.

Así que, para revisar este concepto sobre-complicado, sobre-analizado y ridículo, del abridor, te urjo a que reajustes tu pensamiento. El “abridor” no comienza con “podrías darme una rápida opinión femenina…” o incluso “¡hey, eres tan sexy!”; el “abridor” comienza con un don interno por el que reconoces los puntos clave.

Si quieres excusarte o acobardarte al acercarte, bien, pero piensa que eso es mucho peor que el rechazo que cualquier mujer puede propinarte.

Al no acercarte, estás implícitamente de acuerdo con vivir una existencia de mediocridad. Disfrutarás de una larga vida de pasiva aceptación y jugarás sobre seguro. No sólo la disfrutarás, sino que la abrazarás, porque se ha convertido en tu identidad.

Lo siento por ser tan duro, pero estoy enfermo de ver tantos hombres aceptando una vida que no quieren.

Esto explica por qué la gente se divorcia, tienen crisis,  se cuelgan a sí mismos en sus sótanos, y pasean por la vida con colosales astillas hincadas en sus espaldas. Comienza con ese momento definitivo: sigo con mi situación actual o asumo riesgos.

O, por ponerlo con más claridad, te acercas a la atractiva chica, o pones una excusa para no hacerlo. Lo que le vas a decir realmente no importa. Ése no es el “abridor”. Tú identidad es el “abridor”.

Decide ahora mismo lo que va a ser ese “abridor”. Tú comprendes los puntos.

Entra en acción hoy.

– Notas de Kheldar: Al tener acceso a este escrito comprendéis ahora por qué me gusta transmitir las ideas de Robert. Dice cosas que yo mismo en alguna ocasión ya he dicho, con una firmeza, una convicción y una pasión que incluso a mi, me reafirma en creer en ello…

Y a otros, les inspira a comprobar y aceptar esas creencias.

En mi modesta opinión, le debo bastante a Robert por saber poner con palabras cosas que yo llevo dentro y no sabría explicar… Hecho ya acontecido con Zan Perrion anteriormente.

Es curioso como, cuando se dan las circunstancias adecuadas… Hablarle de una sensación a una persona puede derivar en obtener esa misma sensación explicada por alguien.

Espero que lo hayáis disfrutado, si no más, al menos tanto como yo.

Publicaciones Similares

2 comentarios

  1. Dicho de una manera muy esquematica:
    Echale huevos y entra al trapo, que el no ya lo tienes……igual te llevas una sorpresa.
    Eso es aventura, riesgo y emocion todo en uno, lo demas, con perdon, es como ir de putas . Ya sabes el resultado, triste y sin dinero…….

  2. Realmente brillante. De los mejores articulos que he leido aqui.

    «tienen más miedo de resultar simplones que el hecho de estar hablando con ellas» y
    «Tu identidad pende de un hilo cada vez que se te presenta una oportunidad para acercarte a una atractiva chica desconocida».

    Cierto. A veces no es facil, pero se puede. Mas de una de primeras rechazara tu oferta,
    por lo extranio de la situacion, PERO, la mayoria, si la rechazan lo hara porque no le gusta lo que esta captando,: ni por lo que hayas dicho, ni por tus ropas.

    Quizas pueda ayudarte el hecho de hablar con hermana, amigas (como yo :)) y enterarte, de que para ellas es totalmente normal. Solo un consejo, tu eres otro mundo, no te pongas en la piel de ese arquetipico tio, «ese» el, que es calado al segundo.

    Identidad afilada. Lo es todo 🙂
    saludos de nuevo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *