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Experiencias con la dinámica de flujo

Muy buenos días a todos. Recientemente me he visto inmerso en una suerte de refinamiento y reciclaje de mis conocimientos y habilidades en ciertas áreas de mi vida.

El articulo de hoy tiene ciertamente algo que ver con parte de ese proceso y al mismo tiempo con algo que ya habíamos tratado.

Además coincide con una consulta/conferencia bastante interesante que venia manteniendo con un compañero via email. En ella hemos hablado de la dinámica de flujo, los cambios en los hábitos de vida y etc (un etc que incluye la seducción de las narices).

Esta es la explicación que yo le di:

Verás, el tema que aludes sobre las ideas y cómo cambiarías esas ideas es de lo más complejo porque parte de una fuente primordial: autoconocimiento. De ahí deriva en tres factores clave que observar: autoaceptación, autoafirmación y autoexpresión.

Conociendo qué y cómo eres, te comportas, y por qué esto es así y no de otra manera… Aceptando que es tu realidad personal y la puedes cambiar si te lo propones. Nada fácil. Muchas personas jamás admitirían ser ciertas cosas o comportarse de ciertos modos. Como se niegan a si mismos, se prohiben el cambio a la vez.

Nadie puede cambiar algo que no acepta y en lo que se niega a creer.

Por otro lado, la voluntad es esencial cuanto menos. En medicina se dice que del hecho de curarse participa la voluntad de curación del individuo… Por algo será.

La voluntad mueve el mundo amigo, no la despreciemos. Sin ella ni la herramienta mas eficaz ni la mas adecuada a nuestro caso pueden resultar en efectos satisfactorios.

O tal vez tan solo se vea mermado el potencial. Vale decir que no todos los casos resultan igual. Pero es raro.

Conozco al autor (aquí hago referencia a Mihály Csíkszentmihályi y su tesis sobre el concepto del flujo) pero no he sido capaz de echar mano a su obra, si bien he llegado a referenciarle en alguna de las entradas de mi blog.

Se podría decir que desarrollo tres temas primarios: fluir, influir y confluir.

El estado de flujo como ya habrás podido leer, es uno en el cual la conciencia está totalmente enfocada en las acciones en curso y por tanto también se involucran nuestras energías y nuestro organismo. De ahí devienen después las sensaciones de agotamiento acumulado que llegan con retraso, dado que en su inmersión en el flujo, la conciencia las ha desatendido (a pesar de que sigan apareciendo, como necesidades biológicas que son).

Aparte de eso está el optimo aprovechamiento de las capacidades y recursos (estado eficacia+eficiencia), y la característica del feedback inmediato autoproporcionado. Los errores se detectan y corrigen en el momento que aparecen.

En toda actividad que se lleve a cabo puede existir eso. Incluso eso de echar las horas muertas frente a un ordenador, un libro, la tele, etc. El organismo ante estos casos, de hecho, desarrolla la costumbre del picoteo para ir teniendo reservas (mucha gente desatiende su alimentación por estar haciendo cosas en estado de flujo).

Como se puede notar por lo dicho, no todas las experiencias de flujo se pueden considerar beneficiosas.

En todo caso, en este tipo de experiencias (mirando el lado positivo), se ha de tener -o suele tenerse- claridad y concisión en lo que se quiere lograr, los medios por los que se quiere lograr, los procesos a seguir y los recursos a emplear.

El desapego del resultado es una actitud que se deriva del hecho de hacer lo que se hace del mejor modo a nuestro alcance, aplicando todo lo que nos es posible en el momento. Es decir, hacemos las cosas lo mejor posible en dicha situación, en el momento.

Es por esto que, si se da este hecho y además estamos satisfechos con nuestra labor y nuestro rendimiento… Los resultados no importan. Se pueden dar solos, y nosotros ser meros espectadores de los mismos. Ni siquiera hace falta preocuparse de ellos: un maestro herrero y forjador no se preocupa del resultado si sabe que el proceso que sigue le ha llevado al resultado deseado a través de un desarrollo y una experiencia dados… Golpeará el metal, le dará forma y creará los útiles que tenga en mente.

Tan sólo se encargará de comprobar si cometió fallos, si podría haber hecho algo de un modo mejor o mas eficaz… Y de rematar si lo desea su trabajo con ornamentos.

En cuanto a la seducción metódica y cosas similares… El problema de la gente que se aferra a esos métodos y la que los propaga es que quieren conocimiento sin experiencia y resultados sin esfuerzo.

Y asi no hay cojones a nada. Fake it till you Make it, 2 years later you Still faking. Creo que esto ya lo dije antes.

Es fácil cagarla y ponerse nervioso si es el deseo y el interés lo que te motiva y te lleva a accionar. Sobretodo si no se tiene experiencia dejándose conducir por ellos.

En este aspecto confluyen la mayoría de los casos. Inexperiencia y deseo de conocimientos y resultados inmediatos. Quieren hacer en días lo que no han hecho en toda su vida… Y se saturan, y la lían parda. No me extraña nada.

En lo particular y para estas cosas, creo en la autogestión para elaborar y atender a nuestra propia reglamentación. Aquí es donde esto se enlaza con el concepto de autoconocimiento y autoayuda.

Evidentemente, hay otras normas que también deben ser atendidas pero de nosotros depende. Las típicas de convención social y civismo, blablabla. Junto a otras que deseemos adaptar a nuestra vida. Códigos éticos, doctrinas, creencias… Por ejemplo.

Si algo es seguro es que esas reglas no deben ser fijas e inamovibles, ni tampoco una suerte de conglomerado de ideas ajenas pobremente entendidas y peor explicadas. Han de entenderse y aplicarse con la suficiente flexibilidad para no impedir una buena calidad de vida. Algunas reglas no hacen sino prohibir que seas tú mismo y  que destaques. Otras te impiden cambiar a mejor. Otras te obligan a amoldarte a los demás para no causar conflicto y agradarles.

Optaría antes por la asertividad que por cualquiera de esas reglas. Y por el taoísmo antes que por cualquier método. Por la escuela socrática antes que por los seminarios de «seductores». Y por el existencialismo de Kierkegaard y el concepto de mindfulness antes que por cualquier creencia de la industria de la seducción.

Aparte de eso está el hecho de que la mayoría de las reglas y procederes que imponen esos métodos, son exageradamente descabelladas. Por lo cual las rechazo.

Rechazo la invención de las mentes perturbadas con una cierta lógica para quien quiere cambiar sus creencias (ya que probablemente se parezca vanamente a algo que desea lograr y al mismo tiempo es diferente de lo que ahora cree el sujeto). Rechazo unos planteamientos que me son traídos desde el afán de protagonismo, el marketing y el puro afán de lucro. Lucro de, como dice el refrán… Un mal de muchos, un consuelo de tontos.

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Y esto, ha sido todo por hoy. Quizás continúe este tema en subsiguientes artículos.

Cierra ya internet, ostias, y date un garbeo. Feliz fin de semana.

Kheldar

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3 comentarios

  1. »El desapego del resultado es una actitud que se deriva del hecho de hacer lo que se hace del mejor modo a nuestro alcance, aplicando todo lo que nos es posible en el momento. Es decir, hacemos las cosas lo mejor posible en dicha situación, en el momento»

    Por eso, cuando uno se aferra sólo a la obtención del éxito, fracasa. Está claro… si nos centramos bien en los detalles cuando realizamos algo sin esperar nada a cambio, es cuando inevitablemente nos llega el éxito… o no. Lo que importa es sentirse realizado, pleno. Lo demás… poco importa.

    1. ¿No sería esa a su vez una forma de tener éxito? La realización y la plenitud son dos metas que no están al alcance de muchos en la marea de luchas inconsecuentes de este mundo por sobresalir, por destacar, por ser más que algún otro… Porque compren nuestra idea, porque nos hagan más caso que a otros.

      Si a uno simplemente le preocupa hacer lo que hace y hacerlo bien hecho… Qué importa, alguno reconocerá su mérito. Para esto siempre me encantaron un par de ejemplos.

      Primero, Van Gogh… Su obra no fue reconocida hasta después de haber muerto. Y segundo, Imre Kertész… Un ganador del Nobel de literatura que en 1986 dijo: «Siempre seré un escritor húngaro de segunda fila, ignorado y malinterpretado». El tiempo ha demostrado lo contrario.

  2. He aquí posiblemente el catalizador del éxito en el juego fluido, atendiendo a los pasos descritos por Mihály Csíkszentmihályi:

    “…hacemos las cosas lo mejor posible en dicha situación, en el momento. Es por esto que, si se da este hecho y además estamos satisfechos con nuestra labor y nuestro rendimiento… Los resultados no importan. Se pueden dar solos, y nosotros ser meros espectadores de los mismos. Ni siquiera hace falta preocuparse de ellos.”

    “…Tan sólo se encargará de comprobar si cometió fallos, si podría haber hecho algo de un modo mejor o más eficaz… Y de rematar si lo desea su trabajo con ornamentos”

    Por otra parte, con respecto a “…En este aspecto confluyen la mayoría de los casos. Inexperiencia y deseo de conocimientos y resultados inmediatos. Quieren hacer en días lo que no han hecho en toda su vida… Y se saturan, y la lían parda. No me extraña nada”.

    Me viene a la mente que el hecho de experimentarse a sí mismo y siendo consciente de esa experimentación es el mejor maestro que uno mismo puede tener. ¿No es cierto que un Dios lo es porque es consciente de experimentarse a sí mismo?

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