Ahora te conozco mejor (2ª parte), por Essence

Hoy tenemos de nuevo al compañero Essence que ha decidido continuar con la serie que comenzó anteriormente. Parece que se pone más carne en el asador, y que en esta ocasión el banquete lo sirven las mujeres. Veamos qué nos ofrece.

Continuando con el tema de los ojos y la visión, una mujer puede ver mejor en la oscuridad en distancias cortas que un hombre sobre todo diferentes tonalidades de rojo pero un hombre tiene más perfeccionada la visión a larga distancia, por lo que un hombre tiene ventaja a la hora de conducir por la noche, además está dotado de una habilidad espacial localizada en el hemisferio derecho que le permite separar e identificar el movimiento que se encuentra delante o detrás de la misma carretera, muchas mujeres han aportado testimonios sobre una especie de ceguera nocturna e incluso miedo o pánico a entrar en grandes volúmenes de trafico. (tengo que señalar que hay mujeres q son excelentes conductoras). Estas diferencias de visión tienen implicaciones importantes en nuestras vidas, estadísticas de compañías de seguros demuestran que las mujeres tienen menos posibilidades de recibir golpes laterales en un cruce que los hombres al tener mayor visión periférica detectan antes el movimiento que se acerca por los lados (no hace falta mencionar que una mujer en un bar detecta antes que los hombres la llegada de alguien que se le acerca por el lado). Sin embargo tienen mas problemas a la hora de la visión espacial y al aparcar en línea, ya que tienen que poner a prueba sus habilidades espaciales.

Continuemos ahora con la 2º parte con estas preguntas que son topicazos de la sociedad: ¿tienen las mujeres un sexto sentido? ¿Por qué siempre saben cuando miente un hombre?

Durante siglos se quemó a las mujeres en la hoguera por poseer “poderes sobrenaturales” entre los cuales eran descubrir mentirosos, predecir la relación de una pareja buen futuro o mal futuro, comunicarse con animales o descubrir la verdad…

En un experimento en el departamento de maternidad de un hospital entre hombres y mujeres en el que mostraron una serie de cortos sin sonido de 10 segundos sobre bebes llorando a padres y madres por separado para ver la capacidad de cada uno en percibir o descifrar señales corporales. La mayoría de madres detectaron con rapidez amplia gama de sensaciones desde hambre, dolor por gases y cansancio, cuando se les mostró a los padres el numero de aciertos fue lamentable, incluso alguno respondía al azar y casi todos respondieron la misma frase de modo triunfal: “lo que le pasa al bebe es que quiere ir con su madre”. Tampoco quedaron en buen lugar a la hora de reconocer el sonido de los llantos.

Siguiendo con el sistema sensorial de una mujer, cuando entran en una sala llena de gente su extrema capacidad le permita identificar casi inmediatamente las parejas que se llevan bien, aquellas que han tenido discusión, quien está intentando algo con otra persona o quienes son las mujeres competitivas y quienes son las simpáticas. Sin embargo los hombres analizan la sala buscando las entradas y las salidas, su antigua estructura mental les obliga a examinar por donde podrían ser atacados y las posibles vías de escape, posteriormente busca caras familiares o posibles enemigos y a continuación examina la distribución de la sala, su mente lógica analizará todo lo que esté roto y necesite reparase como alguna bombilla o una ventana rota.

En una comunicación cara a cara el lenguaje corporal y las señales no verbales determinan entre el 60% y el 80% del efecto del mensaje mientras que los sonidos vocales solo un 20% o 30%, el 10% restante se debe a las palabras utilizadas. Gracias a la extrema rapidez del cerebro femenino para enviar información de un hemisferio a otro la mujer es mucho más hábil para integrar y descifrar señales verbales, visuales y de cualquier tipo.

Por esta razón para una mujer mentir a un hombre resulta algo fácil y casi sin importancia ya que el hombre por norma general carece de la sensibilidad necesaria para detectar incongruencias entre su lenguaje corporal y verbal. Una mujer no teme que la puedan pillar fingiendo un orgasmo mientras q un hombre si tiene q mentirle a una mujer prefiere no hacerlo cara a cara y hacerlo por teléfono.

Las mujeres también tienen mejor oído. El oído externo de los humanos primitivos era muy similar al de los perros, gatos y caballos. Un bebe actual humano puede detectar hasta 30 000 v.p.s (vibraciones por segundo), más de la mitad del oído canino, en la adolescencia baja a 20 000 v.p.s y a los 60 bajamos a 12 000 v.p.s.  Las mujeres tienen también mejor oído y también mayor capacidad para distinguir sonidos agudos. El cerebro de una mujer está programado para oír el llanto de un bebé en la noche (esto explica una parte el instinto maternal de una mujer) mientras que un hombre puede no oírlo y dormir plácidamente, solo que el oído de un hombre es capaz de percibir de donde procede el sonido casi con exactitud.

El cerebro femenino tiene la capacidad de separar sonidos y clasificarlos por categorías, por ello una mujer es capaz de mantener una conversación cara a cara mientras oye otra conversación. Esto también explica las dificultades que tiene un hombre para escuchar una conversación con ruido de fondo como la televisión, radio o música alta, de aquí la sordera de los tíos en locales de fiesta.

Otra ventaja de las mujeres es que leen entre líneas todo cuanto les llega, tienen mayor sensibilidad para diferenciar tonalidades en el volumen de la voz por lo que pueden oír los cambios emocionales en niños y adultos. Esto explica la típica frase en discusiones de pareja de “no me hables en ese tono de voz”, dicha frase que la mayoría de hombres no tiene ni idea de que están hablando.

La gran capacidad auditiva de la mujer contribuye a lo que comúnmente ha sido denominado intuición femenina y también  puede ser la respuesta a la facultad que poseen las mujeres para leer las conversaciones entre líneas.

Seguiremos con esta aventura en la parte 3.

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