El hombre libre
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Por qué un hombre libre es la cosa más terrorífica para una mujer

Un hombre libre es una de las cosas más aterradoras para una mujer.

Porque, una vez que el hombre se libera…

No puede ser adiestrado, moldeado, ni controlado.

Jamás puede ser manipulado para ser quien queramos que sea.

Te quejas de que tu hombre no es lo bastante fuerte. De que no te folla lo bastante duro, lo bastante bien o con la frecuencia adecuada. De que no es lo bastante intenso, apasionado, excitante o masculino.

Dices que quieres un Rey, que sea estable y maduro.

Pero lo que no estás entendiendo es, que la cosa exacta que haría de este hombre todo eso y mucho más…

Es precisamente la misma que, cuando se manifiesta en serio, amenaza con destruir por completo cada una de tus fantasías Disney. Además de los condicionantes religiosos y sociales que las mantienen vivas.

Y esa mierda es terrorífica.

Un hombre que no depende del amor de su madre. Que no está tan hambriento de su sustento, ni tan asustado de perderlo como para hacer lo que sea para conservarlo. Un hombre que jamás pondrá, tentativamente, todos sus deseos y necesidades aparte para hacer más caso de los tuyos… Ni dejará que te cuelgues sus pelotas del bolso con cada «sí, querída».

La integridad de un hombre libre es más importante para él que su necesidad de tu aprobación.

Te ama, pero se ama más a sí mismo.

Un hombre libre dice que no cuando quiere decir no, y dice que sí cuando quiere decir sí.

Y está comprometido al 100% con vivir su verdad y seguir su camino, sin importar si quieres o no caminar a su lado.

Esta clase de hombre aterra a la mujer porque nos pone en una cierta posición.

Donde nuestros probados y fiables amarres ya no funcionan.

Ya no podemos controlarlo con nuestros poderes emocionales y sexuales, con nuestra super esencia femenina, con todos esos trucos que han funcionado para cualquier tipo que entró en nuestras vidas desde que somos la niña de los ojos de nuestro padre.

Ya no podemos recurrir a esas partes de nosotras que conocen todos sus puntos débiles. Que sabe cómo disparar una respuesta en él. Seducirle, abrumarle, persuadirle, atraerle y frustrarle; todo para lograr que haga exactamente lo que quieras y mantenerlo ahí.

Cuando un hombre se libera… Ya no podemos usarlo para alimentar nuestra propia sensación de confianza, seguridad y permanencia.

Y de repente, esas cosas son totalmente nuestra responsabilidad.

Nos vemos empujadas a tener que formar nuestro propio discernimiento, a tener que recorrer nuestro propio camino y a tener que encontrar nuestra propia verdad y plenitud.

¿Quieres que él acoja y adore tu salvajismo, verdad?

Entonces, ¿qué hay del suyo?

No tener el control de los hombres resulta jodidamente aterrador para una mujer.

Está atestado de recuerdos e imágenes sobre cazas de brujas que corren por nuestras venas. De abusos, torturas, control y violación en la memoria colectiva de ser una mujer.

Pero no te dejes engañar por la creencia de que somos el sexo débil, da igual quién te lo diga y del modo que lo haga.

¿Crees que el «patriarcado» es una peligrosa fuerza de control y opresión?

También lo es una mujer que quiere el anillo.

Hemos tomado aquello que fue creado para controlarnos, y lo hemos vuelto en su contra para controlarles.

Venganza, quizás. Quién podría decirlo con exactitud.

Pero el hecho es que todos estamos sufriendo por ello.

Porque, ya seamos hombres o mujeres, ninguno de nosotros está aquí para ser dominado. Para ser puesto al otro extremo de una correa y recibir premios cuando lo hacemos bien, o castigos cuando lo hacemos mal.

Esto no va de poliamor contra monogamia, ni sobre cuál puede ser una buena forma de estar juntos.

Esto va de examinar con fidelidad lo que el amor es en realidad; y cuestionarnos si las negociaciones, los contratos y las treguas en guerras de poder lo representan.

Es una dicotomía difícil de comprender, lo sé…

Porque hay una parte en todos nosotros que realmente disfruta cuando recibimos todo lo que queremos que nos den.

La princesita.
La mocosa.
La pequeñaja.

Nunca quiere recibir un «no» por respuesta. JAMÁS.

Lo quiere a su manera TODO EL TIEMPO.

Pero hay un gran sacrificio que tendrás que hacer si la dejas dirigir el cotarro.

Y es la emasculación de tu hombre y la muerte de tu mujer.

A un hombre de verdad no se le pone dura con pequeñajas; igual que nosotras no nos mojamos con pequeñajos.

Y sin embargo, nos intentamos convertir unos a otros en pequeñajos constantemente, y entonces nos preguntamos dónde se fue la chispa.

Y resulta que la cosa que más aterra sobre un hombre libre también es la más bella…

Porque recibir el amor de un hombre libre es una de las cosas más estimulantes, impresionantes, poderosas y especiales que vas a recibir jamás.

Porque cuando esté contigo, sabes que es porque el quiere estar ahí de verdad, joder.

Cuando te escoge, sabes que es porque esa es su verdad. Y lo es desde todas y cada una de las partes de su ser.

No por lo que hayas hecho para que te elija a ti.

No por condicionamiento, ni por miedo, ni por acuerdos de compromiso.

Sino porque te rendiste a la idea de permitirle ser exactamente como es, y el auténtico amor que tiene el potencial de florecer con esa siembra es magnífico.

Porque de ese modo puedes verdaderamente conocer y recibir a su Ser; y no a una versión rebajada y descafeinada que sale a la palestra porque hiciste pucheros de la manera exacta en que a él le afecta.

Porque en secreto, el hombre que realmente anhelas…

El hombre perfecto que tanto «te mereces»…

Es el hombre que no siempre te hará feliz.

Te asustará. Te desafiará.

No siempre te complacerá. Y joder, deberías desear que así sea…

Porque tu felicidad no depende de él. Es problema tuyo.

                                                                    

Esto que acabas de leer, es la traducción de un texto que encontré por Facebook y me tocó la fibra de maneras impresionantes. No quería darte la sorpresa hasta el final, por ver si aguantas hasta terminar la lectura y reflexionas antes de saltar a juzgar y a verter tus impresiones.

Me tiene pensando desde que lo leí por primera vez… Así que, como con el Séxodo, decidí traducirlo y ponerlo a disposición del público hispano.

Inserto la publicación original para reconocer la autoría:

Lo que más me impresiona sobre este texto, es que puedes cambiar las palabras «hombre» y «mujer» de sitio, y podría dar el mismo resultado en algunas partes. Podría sonar igual de poderoso y atractivo. Pero no aplica igual en todas.

Y si resulta que te suena peor de una forma que de la otra, no me arrepiento.

Lo lamento por ti, por haber descubierto tu propia y apestosa hipocresía…

Pero eso es todo. Y no me hago cargo de ella.

Es asunto tuyo. Demasiado hice al ponerla de relieve.

La buena noticia es que estás a tiempo de encontrar una Comunidad o un grupo de discusión que abra tus perspectivas…

Y si tienes suerte y maña escogiendo, no acabarás peor que antes.

Te invitaría a formar parte de los míos únicamente si tienes presente el amor, la honestidad y la autenticidad. Si te abres a conocer y que te conozcan con los mínimos filtros posibles, pero siempre con respeto y humanidad.

Si te animas a conversar conmigo en esos términos, adelante.

Entendería que no quisieras formar parte de nada donde yo participe, tal vez por mi forma tan arrogante de echarte en cara esta situación… O tal vez porque no es tu momento ni es «lo tuyo», sea eso lo que sea. No soy bueno adivinando motivos.

En cualquier caso, hay personas que dicen que nada pasa por casualidad ni pasa por nuestras vidas sin afectarnos de alguna manera…

No sé hasta qué punto tienen razón, pero para esto, estamos de acuerdo.

Espero que la huella que dejan en ti las palabras de Vanessa y las mías te hagan un bien mucho mayor que todo el mal que te puedan provocar (si acaso lo hicieran).

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11 comentarios

  1. Me ha gustado mucho el escrito de Vanessa, la verdad es que un hombre libre es aterrador para una mujer, pero no porque no lo podamos controlar o porque tenga opinión propia, sea independiente y piense primero en si mismo, sino porque son tan escasos de ver que eso es lo que a mí me aterra realmente.

    Hay muchos hombres y mujeres que presumen de ser libres, de vivir según sus ideales y no sé que más cuentos, pero cuando te pones a verlos y los detallas en su hábitat, te das cuenta que son una fachada, que de libertad solamente tienen el ideal, pero que a la hora de la verdad son personas inseguras, temerosas de enfadar o decepcionar al otro, con muchas carencias en su vida y eso es realmente muy triste.

    Cada uno tiene su visión y definición con respecto a lo que quiere en sus relaciones y en su propia vida, ser fiel a ello es el reto más grande al que podemos encaminarnos cuando lo descubrimos, porque no es sencillo ser y sentirte libre.

    No es sencillo descubrir que tu felicidad, tu amor incondicional, tu armonía, tu paz y evolución no dependen de tu pareja, sino que depende de ti misma.

    Es difícil ser egoísta en este sentido y pensar primero en ti que en el otro, es algo para lo que no nos han educado y por ello no sabemos cómo encararlo y algunas personas fallecen en el intento por la presión social en la que viven.

    Los grupos ayudan mucho a las personas que queremos y buscamos esa libertad, esa autenticidad en nuestras vidas y relaciones, porque nos recuerdan que no estamos solos y que realmente podemos y hay maneras de ser fiel a nosotras, de ser feliz, de amarte y luego darte a otros sin reserva y sin esperar nada a cambio, porque nada de lo que te den será superior a lo que tú misma puedes darte…

    Ohhh pero cómo cuesta ese camino, ya te digo 😉

    1. Es cierto que hay mucha pose y mucha fachada, pero creo que también hay un intento sincero por abandonar las farsas y las máscaras. De otro modo, no estaría haciendo lo que hago.

      Es cierto que la escasez y la sensación impredecible que la acompaña son aterradoras. Es una opción más que no había considerado apenas al tratar este tema.

      Y sí, es tan complicado como apasionante el arte de estar en paz con uno mismo… Je.

      Gracias por pasarte a hacerme pensar todavía más, si cabe.

  2. Desde que estoy fuera de cierta mierda, hace rato que no me gusta cuando generalizan y eso parece que hace esta chica (al principio del texto), generalizar, dando por hecho, por ejemplo, que todas las mujeres son del tipo feminazis y tienen esas opiniones de hombre/perro/burro/atado en corto a la valla de sus deseos/necesidades/mierdas.

    Es el único error que le encuentro en su discurso, el no haber puesto cuando se refiere a no sé qué “nosotras” un “alguna”, “casi todas”, “cierta parte”…etc…de por medias. Habla/Escribe de “nosotras” como si “nosotras” (todas), aún estuviéramos en esa fase de creer todo eso que aún siguen creyendo “algunas” y “algunos”.

    Es muy arriesgado usar nosotras, sin un “casi todas nosotras”, o “algunas de nosotras”, en los tiempos que corren o al menos en los tiempos que me corren a mí. De hecho, a lo que se arriesga, es a mentir (sin querer), a generalizar y a etiquetar a quienes no nos gusta estar etiquetad@s y menos en ese tipo de gremios/guetos, personales e individuales de cada quien.

    Hace rato que no pertenezco a ese tipo de mujeres (o de hombres) que se creen que son más y con más derechos, sólo por serlo.

    Lo demás; un 10/10 y lo dicho, a mí, ahora mismo y a estas alturas y aprendizajes de mi vida, sólo hay un tipo de hombre que me enamore (de hecho ando justo ahora saliendo, del océano de haberme enamorado de uno de esos) y es justo ese hombre libre, por mucho que pase de mí y de mi culo, lo que en caso de querer a alguien, querría. Sentir que te eligen desde la libertad de un ser libre; no se me ocurre mejor regalo, legado, ni privilegio para compartir un trecho del camino con alguien.

    Ese es el único tipo de hombre que quiero, como me quiero a mí. Libre.

    Luego está un debate que puede abrirse, ¿Que es para ti ser Libre? ¿Qué es para ti un Ser Libre? y en temas de pareja ¿Crees que mientras dure la pareja, monogamia y libertad son compatibles?
    Otra cosa que hace rato también aprendí, es que el sentido común, perse no existe, tú tienes uno, yo tengo otro y la vecina de en frente otro.

  3. Llegue a esto por .. que debía… esa es la razón.

    Gracias, me encanto. Un «ser» libre es el terror para cualquier otro «ser» que no entienda de libertad, que no acepte y rompa con la «verdad» que te vende la religión, la crianza, la vida… Sobre los acuerdos implícitos y tácitos en ritos como ejemplo el matrimonio donde se da por sobre entendida la fidelidad, por que? por que si por que se supone que debe serme fiel … Cuando ser fiel debería ser una cuestión de convicción, de desicion de pacto entre esas dos almas que no les interesa mas que estar con ese ser que decidió elegir entre mil, esa es la verdadera libertad, no me interesa un ser que permita por su falta de valor propio ser adiestrado, moldeado, controlado. Por que no lo permito conmigo.

    1. Si lo piensas bien, Patricia, hay a quienes les aterra esa decisión entre tantas alternativas… Tanto si son quienes deciden, como si son los escogidos. «Para siempre es mucho tiempo», te dirán. Por ejemplo.

      Hay quienes no te dirán nada con palabras, pero lo harán con su actitud. Hay personas con filofobia, un temor cerval a sentir algo demasiado intenso por otra persona y recibir eso mismo de vuelta. Temen perder el control en definitiva.

      Hay muchas cosas bajo el mismo sol. Aunque como bien apuntas, todo es posible según cómo son los acuerdos entre dos almas libres y conscientes de lo que pactan.

      Gracias por sumarte a la conversación y bienvenida siempre que gustes.

  4. Hola, Conocí a un hombre maravilloso, tal como lo soñe, pero soy una persona conservadora y el todo lo contrario, sin embargo. Nos amamos. El se ha comprometido conmigo, sin embargo ha especificado que no sera fiel, que eso no puedo esperarlo, y de hecho así ha sido siempre, es muy sociable y las mujeres lo siguen por muchas razónes, pero el me quiere a mí, y hemos llegado al punto de decidir si continuar o dejarlo, ya que a mi me afecta emocionalmente, he intentado no darle peso a ese detalle, por que los demas tambien son importantes, somos el, yo y nosotros, hay una parte de mi que ama la libertad sin embargo la exclusividad sexual es deseable para mí pero no para el, el compromiso està, tengo miedo de continuar porque no lo acepto del todo, Vivimos juntos y todo es genial excepto cuando sale solo, por que ya se que va a ejercer su libertad con su cuerpo y pensamientos. y me afecta emocionalmente. Lo amo, solo que no se si es posible vivir así, hay muy pocas referencias de personas que viven en relación abierta y que le vaya del todo bien, ya que lo que estamos hablando es de ser libres, Entonces no soy libre? ¿Puede ser comprometida y abierta? ¿Cómo te manejas ante una sociedad represora y culturalmente apuntada con el dedo y moralista? ¿Por favor sí pueden apinar al respcto. de verdad que he buscado fuentes y las hay. sin embargo nose si la larga esto pueda ser sostenible. Espero puedan escribir. aquí tienen una amiga para escucharles.

    1. Hola Alba, me meteré en esta discusión porque entiendo muy bien lo que estás pasando.

      Yo siempre he tenido relaciones monógamas y hace unos meses empecé con las relaciones abiertas y el cambio es del cielo a la tierra. Primero tenemos que cambiar muchas ideas y creencias limitantes, que como bien dices vienen de la cultura, la religión, la educación y la sociedad en la que nos movemos.

      No será sencillo, cuesta mucho confiar, creer y aceptar que se puede amar y tener una relación así.

      No podría decirte qué pasos seguir o qué hacer, porque todas somos un mundo y tenemos algunas cosas más trabajadas que otras, pero te diré lo que es para mí:

      – Cada día aprendo algo de mí y de la relación que estoy construyendo

      – La comunicación es sumamente importante. El poder hablar de todo y de cualquier cosa (incluyendo chicas y/o chicos) con la libertad que lo harías si fuera un amigo, es importante.

      Cuesta al principio, claro que sí, no es agradable escuchar a la persona que quieres como se está ligando a otra o haciendo guarradas con ella, pero debes tener claro si es mejor saberlo o que te lo oculte, y según qué elijas seguir ese camino.

      – Confianza. Para este tipo de relaciones la confianza lo es todo. Es verdad que, al menos en mi caso, la confianza se gana y puede llevar mucho tiempo, pero intentar confiar es importante para no volverte loca.

      Yo te diría que evalúes muy bien si el amor que sientes por esta persona merece que te comas el coco, que pases malas noches pensando dónde y con quién está. Que siempre estés cuestionando si te dice la verdad cuando le preguntas algo o si te miente, te engaña y te trata como a todas.

      Si no puedes aceptar, confiar y creer en el amor que se profesan, yo tengo claro lo que haría: saldría de esa relación, pero ya mismo. Porque cuando empiezo a comerme el coco, me pongo fatal: duermo mal, como mal, nada me motiva, me deprimo, en fin… y algo tengo claro, en mi vida la persona más importante soy yo y si una relación me está costando mi paz mental, mi salud física y emocional, mal vamos.

      Lo otro que puedes hacer es vivirlo intensamente con los ojos bien abiertos y teniendo claro que entregarás el corazón y tu cuerpo, pero que el día de mañana esto se acabará porque la olla explotará, pero podrás salir ilesa, adolorida, pero bien, porque te has creado una protección a prueba de pajazos mentales que nos echamos nosotras mismas.

      Lo que te digo al principio, no es fácil, pero la vida es para vivirla guapa, y si estás enamorada, si disfrutas estando con él. Abre tu mente, abre tu corazón, tu cuerpo y tus emociones y preocúpate mañana cuando las cosas se desmadren 😉

      1. Gracias Diana, que opinas de vivir en la misma casa o cada quien su depa? Yo quiero vivir con el, pero ya se desanimo de mis celos, y de mi indesición, quiero amar en libertad, creo que la monogamia no resuelve nada para ser feliz con tu pareja, pero vaya que si influye mucho. Hay muchas cuestiones, y no es facil hablar del tema, ya que nadie entiende y solo me juzgan.
        ¿Cuánto tiempo tienes con tu relación bajo estos terminos? ¿Tienen algún acuerdo en especifico? Gracias.

      2. Hola de nuevo guapa,

        Pues a ver, yo estoy muy a favor del tema de vivir en pareja. Me encanta la convivencia, el compartir, el dormir con alguien y la rutina. El asunto es que en una relación abierta tienes que trabajar mucho la confianza y los celos deben quedarse fuera de la ecuación, porque así no podrías sostener la parte de individualismo que se necesita cuando estás conviviendo con alguien. Pero esto pasaría igualmente en una relación convencional 🙂

        Debemos tener claro que el convivir no es igual a estar juntos todo el tiempo y no tener individualidad. Hay que tener vida social y hacer cosas por separado. Eso es importante para que la relación no sea asfixiante. Si vas a vivir en pareja, hay que tener claro esto (al menos es lo que yo creo).

        En esta nueva relación voy a cumplir pronto un año, y los términos los vamos construyendo según las experiencias que vamos teniendo. Todo lo hablamos y negociamos, si es el caso. Mis inseguridades y miedos los comparto, aunque me cuesta, y él que tiene un poco más de experiencia se llena de paciencia (imagino) tratando de apaciguar mis dudas. 😀

        De momento la cosa va bien, porque aunque es mi primera experiencia en este tipo de relaciones tengo una mente abierta y tiendo a no juzgar de primerazo las cosas, sino que intento digerirlas, medirlas y luego discutirlas y ver hasta que punto me siento cómoda o no con ciertas situaciones.

        ¿Cómo empezó tu relación? ¿Quién expresó la necesidad de que fuera abierta? ¿Qué es lo que más te cuesta aceptar cuando piensas en él con otra persona: el tema físico o emocional?

  5. Hola, el siempre ha querido la relación abierta, pues tiene muchas amigas y sale mucho con ellas, hace planes de viajar con ellas y conmigo, si me dan celos, es verdad, no se exactamente que es lo que me da mas celos, creo el aspecto sexual, hemos hecho acuerdos, pero aún así es complicado para mí,puedo aceptar que viaje y viva una vida libre, pues lo que das tambien te lo das, avecea siento que si me quiere mucho, perobotras veces pienso que quiere tener a alguién seguro y seguir divirtiendose con amigas, pues es constante. No tenia idea de lo mucho que salia y la cantidad de amigas que tiene, hasta que vivimos juntos, puedo respetarlo pero ese poco a poco aveces me gana y me pongo mal. No quiero perder a mi pareja, nose como manejar la situación, hemos puesto como prioridad la relación y es responsable y honesto. Pero es verdad que me pongo mal. Cuando sale con sus amigas y se que con ella solo hay amistad, la pasamos muy bien pero cuando es lo contrario no pasa bien. Y el ya está cansado y yo tambien, creo que no saldremos de está,. También me preocupa la cuestión de la salud sexual, ese tema ¿cómo lo manejas tú?

    1. Uhhmmm guapa, si de verdad te está costando tanto y te pones mal cuando está con sus amigas, tal vez este tipo de relación no es para ti. Quizás lo que necesitas es hablar más del tema con él o con otras personas.

      Otra cosa que puedes intentar es salir más sola, buscar amigos aparte. No para «pagarle con la misma moneda» sino más bien para que tú veas el lado bueno de este tipo de relación. Porque al fin y al cabo lo bueno de una relación abierta es que no solamente uno es el que goza estando con otras personas, son los dos.

      Puede que no te llame la atención salir con otras personas. Puede que no lo veas en este momento porque te sientes bien y satisfecha con tu pareja, pero no descartes la posibilidad de conocer otras personas.

      No todo tiene que acabar en relación o sexo. Simplemente salir y tener con quién pasarla bueno también puede venir bien para airear la relación. 🙂

      Ahora bien, sobre el tema de la salud sexual, imagino que te refieres a la prevención de ITS. Para ello lo mejor es poner como norma el uso del condón. Obviamente esto es confiar y rezar porque sea responsable y una persona en la que se pueda confiar.

      Si no puede usar condón creo que hay un problema, porque personalmente ese cuento de «sólo estoy con personas sanas», a otro perro con ese hueso (como dicen en mi tierra). Hay que tener mucho cuidado.

      De momento lo manejo a punta de confianza. Confío en que es responsable y me dice la verdad. El día que no confíe en él seguramente dejaré de tener una relación. Porque una cosa tengo súper clara: mi salud física, mental y emocional están por encima de él 😉

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