Alquimia Interna: Relajación
Alcanzar un estado de relajación hoy día resulta tan beneficioso e importante que algunos profesores de Educación Física lo incluyen en los programas de los institutos. De los cientos de modos y medios para relajarse, se suele llevar a cabo una criba por sencillez y efectividad. Las opciones usuales (de hecho, las que yo ví en clase) son estas:
- Entrenamiento autógeno.
- Relajación muscular progresiva de Jacobson.
- Tai-chi.
- Yoga.
La relajación, pues, como vemos es un estado psicofisiológico. Una técnica de relajación es toda aquella búsqueda voluntaria de un estado físico y mental de bienestar. Algunas de estas técnicas implican movimiento, y otras implican quietud.
Teniendo en cuenta lo anterior, vamos a repasar por un momento el último aspecto general. La práctica diaria de la relajación nos aporta múltiples beneficios:
- Aumento del nivel de conciencia
- Mayor nivel de reposo. Descanso más profundo.
- Más salud.
- Más resistencia frente a las enfermedades.
- Equilibrio en la tensión arterial.
- Mejor oxigenación.
- Aumento del nivel de energía, vitalidad.
- Superior nivel de recuperación tras los esfuerzos.
- Predominio de los pensamientos positivos.
- Resistencia frente a hábitos erróneos: fumar, alcohol, comidas excesivas, etc.
- Disminución del estrés y mejora del descanso.
- Mayor capacidad de aprendizaje.
- Mejora de la capacidad de recordar datos.
La práctica de estas técnicas y medios de relajación es sencilla y en muchos casos no requiere de adornos, florituras, o de preparar un ambiente propicio (todo esto es una cuestión de preferencias personales). Sobre la ambientación hemos hablado en otro lado.
En otros casos es aconsejable, si no necesaria, la supervisión y guía de otra persona, o incluso de un profesional. Como he mencionado más arriba, son muchas las formas de relajación disponibles y a cada uno le vendrán mejor unas u otras según su estilo de vida, sus intereses personales y su estado de salud.
Algunas formas sencillas y al alcance de todos para relajarse son:
- Paseos y caminatas meditativas, dejando la mente en blanco o centrada en una cierta reflexión (con cuidado de no salir al tráfico).
- Cualquier clase de actividad en solitario y sin prisa (comidas especialmente). Baños relajantes, sesiones de masajes, cocinar platos nuevos…
- Hacer ejercicio físico: bailar descalzos, nadar lentamente o dejarse flotar, o incluso tratar de mejorar tu aprendizaje de la técnica del deporte que hagas habitualmente de manera no secuenciada (favoreciendo la flexibilidad del mismo).
- Tratar de hacer algo nuevo cada semana, o de visitar lugares nuevos donde no hayas estado todavía… Siempre en la medida de lo posible.
- Visitar lugares que siempre hayan llamado tu atención o bien tratar de encontrar los llamados «vergeles bucólicos»: bosques, playas, lagos, claros, cascadas…
Y finalmente, mi forma favorita de relajarse:
- Tomar consciencia del Ahora: esto se refiere a dejar de automatizar todo aquello que haces y pasar por alto los detalles que componen la experiencia.
No te limites a tragar la comida, saborea y aprecia cada bocado. No te limites a pasear por la playa descalzo, siente la brisa, el agua, la arena, la luz y el calor del sol, el sonido de las olas. No trates de relajarte sin tomar consciencia de tu propio ser y sentir.
No lograrías resultados profundos, e imagino que va contra lo que deseas.
Hay una certeza en la vida, lo que se disfruta del viaje es el Camino.
Por tanto, trata de profundizar en tus percepciones y procura que sea desde el centro de ti mismo, desde tu interior hacia fuera. En este sentido, te ayudará hacerte preguntas poderosas y tratar de proporcionarte tú mismo la respuesta.
Otras personas prefieren dejarse cuestionar por otros. Eso queda a tu medida.
En los talleres y cursos de Alquimia Interna que imparto, la relajación y toma de consciencia del propio estado forma parte esencial del proceso. Fundamentan todo avance y todo plan de acción que se toman a partir de los mismos.
Esto es debido a la necesidad de conocer la situación real de una persona si se desea ayudarla, en vez de suponer que le servirá lo mismo que a cualquier otro y actuar de acuerdo a esa suposición… Efectivamente, haciendo más mal que bien a esa persona.
Y por hoy, esto es todo. A lo largo del texto he dejado varios enlaces.
Uno de ellos te llevará al artículo que escribí sobre comenzar prácticas de relajación.
Otro, a la estratificación de círculos sociales (que tiene una doble aplicación: por dentro señala el proceso idóneo de mejora, y por fuera señala la relevancia de las relaciones sociales que mantengas; en ambos casos de lo más íntimo a lo más externo).
El último te deja algo más de información sobre los talleres cursos de Alquimia Interna, que tienen dos vertientes. La vertiente presencial, y la vertiente online.
Esta última se pone a disposición de los residentes en Latinoamérica o personas con grandes dificultades para desplazarse. La vertiente presencial, es para los residentes en el territorio de España. Si te encuentras interesado y resides en España, lo preferible sería que nos reuniésemos en persona
Por supuesto, hay opción a recibir estos servicios individualmente, tanto como en grupo (la opción más demandada, por la sinergía grupal y el beneficio en cascada).
Si deseas contar con asesoramiento y guía en tus prácticas de relajación y autoconocimiento, no dudes en contactar para comprobar nuestro feeling y ampliar datos.
Porque por supuesto, para que estas cosas sirvan cuenta el feeling.
No es el billetero.
Abrazos,
Kheldar
En un mundo que va tant acelerado no tenemos momentos para relajarnos y estar con nosotros mismos… estas pracitcas van muy bien para ver en que momento te encuentras y hacia donde tienes que ir, yo en las practicas de meditacion recibo alguna respuesta o indicacion hacia donde tengo que ir, pero es algo muy sutil que a la primera o a la segunda no lo captas.
Adelante con este tema!
miles de abrazos!
Algo muy útil para calmar el excesivo ruido interno es concentrarse en la respiración y cerrar los ojos por un par de minutos, eso me ayuda mucho con mi diálogo interior en momentos que siento que me va a sabotear o no me puedo concentrar.