Cómo salir de uno mismo para disfrutar el momento

¿Se te atascan las interacciones? ¿Te quedas sin cosas que decir con demasiada facilidad?

¿Tienes claro lo que quieres pero te bloqueas?

¿Quieres salir de tu cabeza y hablar desde el corazón?

Vamos a explorar un par de perspectivas para manifestar ese
Yo tan sensual, tan magnético y tan arrebatador… El Yo Auténtico.

Para ello, voy a contarte un poquito más acerca de lo que hicimos el 15 y 16 de febrero… Y repetiremos pronto.

Verás, desde siempre yo trabajo desde la perspectiva de la clarificación de valores. ¿Qué quiere decir esto?

Trabajo sin darte respuestas, pero te ayudo a encontrarlas

No me dedico a infundirte doctrinas, ni a decirte cómo tienes que ser. Mi trabajo es lograr que te expreses auténticamente, que resuelvas tus enredos y contradicciones interiores, y que consigas alinear tus actos y experiencias con tus deseos y ambiciones.

Es decir: que te transformes en aquello que puedes, quieres y sabes ser.

Por ello, da igual el caso que se me presente: soy capaz de fluir y adaptarme a sus necesidades específicas, y satisfacerlas. Los que se escapan a mis competencias requieren de ayuda profesional que no estoy cualificado para prestar, y no soy tan orgulloso ni tan pesetero como para fastidiarte por intentar beneficiarme a tu costa.

Deja que te cuente cómo funciona el proceso de clarificación de valores:

Sus objetivos (específicos hacia ti) son:

~ Tomar conciencia de lo que te importa realmente en este momento de tu vida.
~ Conocer aquello por lo que quieres vivir, para lo que quieres vivir, y aquellos
valores que definen lo que es importante en tu vida.
~ Saber aprovechar la fuerza silenciosa que suponen los valores que hay detrás
de muchas de nuestras acciones y decisiones.

Sus objetivos (por mi parte) son:

~ Resolver conflictos que puedas tener.
~ Facilitar que tengas claros tus valores.
~ Contribuir a la elaboración de criterios
para determinar tus valores.
~ Ayudarte a construir tu jerarquía de valores.

Y el proceso funciona así:

  1. Selección libre de los valores.
  2. Elección entre varias alternativas.
  3. Tras considerar las consecuencias de
    cada alternativa, se toma la decisión.
  4. Apreciar y disfrutar nuestra elección.
  5. Estar dispuestos a afirmarla públicamente.
  6. Actuar conforme a la elección que hicimos.
  7. Perpetuarla de modo que se convierta en
    parte de nuestra conducta o en patrón vital.

Así es como se consigue que el hábito haga al monje, en cierta medida.

Todo depende de la perseverancia, y de la ecología de las opciones; o lo que es lo mismo… De cómo se ajustan a tu propia naturaleza, lo que significa que si eres una persona tímida por naturaleza, nos costará un poquito más de lo normal hacer lo que voy a contar a continuación.

Te dejo con unos pasos prácticos para lograr el objetivo marcado por el título de esta entrada; y de paso te recuerdo que vamos a trabajar esto con más profundidad en el Taller «Avanza y sé feliz», cuya próxima edición es el 15 y 16 de febrero en Madrid.

romantic-dinner-lg-841141881. Mantén tu presencia en el momento

Esto no significa que obligues a nadie a que trague contigo, ni que «impongas el marco», ni que intentes salirte con la tuya. Atiende bien:

Déjate de pajas mentales y atiende a lo que tienes delante.

Eso es todo lo que necesitas. Ni analizar, ni buscar señales, ni tratar de anticiparte, ni tratar de dirigir la situación… Basta con vivirla.

Lo que quiero decirte con esto es que son demasiadas las personas que, por hacer lo que acabo de pedirte que no hagas, terminan por sentir ansiedad con sólo pensar en hablar con otra persona (la conozcan ya o no). Yo quiero evitarte ese mal trago, pero si te gusta amargarte, no soy quién para impedírtelo.

Por supuesto, si te sientes más a gusto haciendo lo que te recomiendo que evites, estás en tu perfecto derecho a pasar olímpicamente de mi consejo. Sigamos…

2. Interésate y deja que se note

Un consejo complicado que voy a intentar simplificar todo lo posible.

No temas expresar tus emociones acerca del momento que compartes: describir la experiencia es otra forma de compartir la diversión y el placer. Si te fijas, es común que los hombres describan las experiencias usando la regla de las W: who, what, when, where, with whom, why and how (en español: quién, qué, cuando, dónde, con quién, por qué y cómo). Una descripción funcional, concreta y bastante objetiva. Sin embargo, las mujeres (a no ser que quieran abreviar), tienden a incluir todo tipo de información sobre las emociones que les estaban afectando en ese momento, para que puedas ponerte en su piel y comprenderlas mejor.

El truco aquí es que aprendas a ser andrógino en este sentido, mi querido caballero…
Ellas saben usar tu forma de describir, pero tú tienes que aprender la suya.

Ahora, un par de trucos para que se note el interés por la otra persona:

2.1. ¡Dile lo que sientes!

Verás, aunque es cierto que todos perdonamos la timidez, la indecisión (y los mareos que conlleva) nos provoca un rechazo bestial. Si tienes nervios porque te gusta, si te parece que hoy está de vicio, si tienes ganas de hacer que sonría hasta que le duela… Simplemente, díselo.

Ahí no puedes cagarla, porque te limitas a expresar un sentimiento real que además es positivo (aunque depende de la otra persona sentirse halagada o incómoda, tenlo en cuenta).

2.2. ¡Préstale atención de verdad!

Otra cosa que necesitas recordar es no ponerte a pensar en las ganas que tienes de ir al baño, en que tu gato tenga suficiente comida hasta que llegues a casa o cualquier otra historia. Son distracciones que te alejan del momento y de la persona que tienes delante… Y aunque sean más sutiles que pasarse el rato mirando Facebook, Instagram, Twitter y Whatsapp; son igual de contraproducentes. Y aunque no lo creas, es fácil notar que estás ausente porque tu participación en la conversación es diferente.

http://algodepsicologia.files.wordpress.com/2012/10/gato_curioso1.jpg2.3 ¡Demuestra tu curiosidad!

Si hay algo que te interese, házselo saber… ¡Tal vez acabes descubriendo algo nuevo gracias a sus conocimientos sobre el tema! Y ahora te dejo con un pequeño truco que usan los maestros en conversaciones magnéticas, y que sabrás aplicar con total garantía… Aprende a usar las interrupciones correctamente. ¿Recuerdas lo que te decía en el párrafo anterior acerca de que tu participación cambia según dónde tienes puesto el interés? Pues esta es una manera de demostrar que tu interés está puesto en la otra persona…

Y siendo concretos, lo que le transmites es que tu interés está puesto en aquellas cosas que te parecen curiosas o llamativas entre lo que te cuenta (¡por eso te digo que aprendas a interrumpir!)… Me explico: si te está contando que cerca de su ciudad hay un parque natural con unas vistas mágicas, no le interrumpas para decir el asco que te da que haya perdido tu equipo deportivo favorito. Tampoco para contarle lo injusto que es que le hayan dado «tu ascenso» a otro… Si vas a interrumpir, que sea para preguntarle por esas vistas. O mejor todavía, por sus recuerdos con ese parque natural.

¿No crees que cambie mucho? Prúebalo y me cuentas. 😉

3. Relájate, simplifica y disfruta

La ventaja de no querer tenerlo todo bajo control es que puedes concentrarte en las sensaciones, en apreciar todo lo que te brinda la situación y en contagiarte del buen rollo de tus acompañantes… ¿Por qué ibas a querer sacrificar eso? Si lo unimos con los consejos anteriores, tienes una bomba: demostrar abiertamente lo que sientes y hacerlo limando las asperezas de la seriedad es como ponerle virutas de chocolate a tu helado favorito. ¡Solamente puede saber mejor!

Recuerda: exprésate abiertamente, pero no trates de convencer
a nadie, no te justifiques, ni des explicaciones innecesarias.

Este debería ser tu nuevo mantra: voy a vivir la vida sin complicarme, sin dar excusas y compartiendo todo lo bueno que encuentre. Aunque si se te ocurre uno más poderoso y alegre…

¡Con mucho gusto lo adoptaré yo mismo! 😉


Una vez dicho todo esto, recuerda que me interesa que me des tu opinión
(¡y me interesa todavía más en caso de que lo lleves a la práctica, por supuesto!).

Para finalizar, quiero practicar contigo un consejo que me
estoy reservando, acerca de aprender a ofrecer invitaciones…

Pero antes, una revelación…

Este artículo está extraído de un borrador que más adelante se convertirá en mi cuarto libro.

Y aquí va la primera invitación: deja constancia de tus pensamientos, de tus emociones y de tus experiencias probando estos consejos y -si me das tu permiso, claro- los incluiré dentro de la obra final. Es decir, aparecerás en un libro y tendrás opción a cambiar a mejor las vidas de otros, tan sólo por compartir tu impresión.

¿Qué te parece?

Si te animas, házmelo saber dejando tu aporte en esta entrada como comentario. Recuerda incluir tu permiso explícito y el seudónimo que quieres que use (o bien con una indicación clara de que deseas un anonimato total).

Y ahora, la segunda invitación…

Hasta este punto del texto, por dos veces he colgado información sobre el Taller «Avanza y sé Feliz», que voy a estrenar en Madrid a mediados de febrero. Deja que te cuente un secretito: si te gusta lo que has leído hasta ahora, que sepas que sale precisamente del programa de ese taller.

Si te interesa, tengo que contarte alguna cosa más al respecto.

¡Se acabó pensar que no lo mereces, que no vales nada y que no puedes lograrlo!

Alcanzaremos juntos la capacidad de actuar por encima de miedos y dudas, comprendiendo y trascendiendo los bloqueos que producen… Libres de autoengaño y colmados de amor propio, de amor por la vida y por nuestros acompañantes en ella.

Tanto si tienes pareja como si no, e indistintamente de si la buscas o prefieres la vida single; trabajaremos para que ganes en claridad, consciencia, valores y actitud. Y además por partida doble: dos sesiones intensivas en el propio taller y fuera del mismo con ejercicios prácticos para diez (10) semanas de acompañamiento.
Además, el dinero no es una excusa para negarte la oportunidad. Hay una variedad de pago mediante reserva de plaza (que se destina a los gastos de realización del taller) + aportación voluntaria consciente. Y una vez cubiertos los costes, aceptamos también la economía social (un intercambio justo de servicios).
Este puede ser tu salto de fe hacia la vida que anhelas… Si tú quieres.

Feliz fin de semana,

Sergio

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